jueves, 30 de diciembre de 2010

Tratamientos quirúrgicos


- Cirugía de las encías: la cirugía tal vez sea necesaria si persisten problemas como inflamación y bolsas profundas a pesar del tratamiento con limpieza profunda y medicamentos. Un periodoncista podrá efectuar una cirugía de las encías para remover los depósitos de sarro de las bolsas profundas o para reducir la bolsa periodontal; así le será más fácil al paciente, al dentista y al higienista dental mantener limpia esa parte de la boca.

- Injertos de hueso y de tejido: además de la cirugía de las encías, el periodoncista quizás recomiende un injerto de hueso o de tejido. Un injerto de hueso o tejido es una forma de reemplazar el hueso o el tejido de las encías destruido por la enfermedad periodontal o favorecer su nuevo crecimiento. Una técnica que puede utilizarse con los injertos de hueso se llama regeneración guiada, en la cual un trozo pequeño de una tela similar a una malla se inserta entre el hueso y el tejido de las encías. Esto impide que el tejido de la encía crezca en el lugar donde debería estar el hueso, lo que permite que el hueso y el tejido conjuntivo vuelvan a crecer.
Debido a que cada caso es diferente, no es posible predecir con certeza cuáles injertos darán resultados a largo plazo.
Los resultados de los tratamientos dependerán de muchas cosas, entre ellas, la gravedad de la enfermedad, la habilidad para mantener la higiene bucal en casa, y ciertos factores de riesgo, tales como el hábito del cigarrillo, que pueden disminuir las posibilidades de éxito.

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